viernes, 11 de mayo de 2012

Bilad es Zanj y el origen de los swahili

Bilad es Zanj, el país de los zanj. El significado exacto de este término es difícil -por no decir imposible- de definir. Lo único cierto es que con él, los musulmanes, se referían a los negros de la costa oriental africana. Junto a estos zanj continentales, se fueron destacando los swahili. Pero, ¿qué entendemos por swahili? Swahili quiere decir la gente de la costa (es decir, del sahel). En un primer momento, eran los africanos que entraban en el área política y comercial del islam. De este modo, los zanj -negros orientales- se convirtieron en los interlocutores habituales de los swahili, unos africanos islamizados. Aparecía entonces la nueva cultura swahili, africana e impregnada del islam en todos los ámbitos -pese al paganismo mayoritario de sus gentes-.

Ciudades siglo XVI
Las relaciones entre musulmanes y zanj se intensificaron a partir del siglo X, siguiendo la estela dejada por las relaciones entre sudarábigos y azanios. Se calcula que estas relaciones produjeron una cincuentena de ciudades, de entre 500 y los 30.000 habitantes, como son Sofala o Mogadiscio, que estaban centradas en la actividad comercial.

La 'Umma, es decir, la comunidad de los creyentes musulmanes, fue concebida como un red transcotinental, allá dónde había un musulmán estaba la 'Umma. Esta flexibilidad geográfica permitió que grupos de inmigrantes, portadores de la fe islámica, se establecieran en las islas del litoral africano. Elegir estas localizaciones insulares tuvo que ver con cuestiones políticas, pero sobretodo fueron motivaciones comerciales las que llevaron a estos musulmanes a tierras africanas. De este modo, la fusión entre las aristocracias locales y los musulmanes (que podían ser indios, persas o sudarábigos) fue una realidad que acabó por constituir un nuevo tipo de estructura política, africana e islámica. En este sentido, estas comunidades presentaron una fuerte tendencia hacia la africanización física de sus individuos, llegando este fenómeno a las mismas bases del poder swahili.

En este incipiente mundo, un híbrido entre lo africano y lo musulmán, la estructura urbana contaba con diversos grupos sociales:
  • Pescadores zanj: se los consideraba swahili por el hecho de abastecer a las ciudades.
  • Posteadores y marineros: considerados swahili por formar parte del funcionamiento mercantil. 
  • Pequeños mercaderes y representantes en poblaciones interiores: frecuentemente se trataba de árabes.
  • Aristocracia mercantil: mezcla de nobleza africana y mercaderes musulmanes, a cuyo frente solía haber un príncipe (jeque o sultán). 
  • Guarnición pretoriana: era pequeña y adscrita al príncipe, insuficiente en las guerras, por lo que en caso de conflicto armado se recurría a tropas continentales de cafres (infieles).
Los agricultores y pastores, en el continente, pertenecían a entidades políticas independientes y eran los mencionados zanj. Como hemos dicho unas líneas atrás, la palabra zanj presenta muchas dificultades a la hora de hallar su significado. Parece que el térnimo Zanj no era sinónimo de negro, como se ha pensado durante muchos años, sino de infiel del África oriental. Utilizaban esa palabra para referirse al individuo no adscrito al orden de la 'Umma.

Para terminar con este pequeño retablo del espacio urbano de la swahili, es adecuado mencionar que éste se articulaba en torno a dos centros de la vida social: la mezquita y la plaza del mercado. Frente a este espacio urbano se extendía el mundo incivilizado, el país de los zanj donde vivían los cafres o infieles del islam.

En palabras de Iniesta, que a su vez se basa en François Constantin,«swahili es la gente activa de la costa, aquella que se inscribe en el movimiento más amplio del islam, aunque no sean musulmanes. Hoy nadie es swahili, pero esta lengua bantú la hablan más de 40 millones de personas y alcanza el Atlántico a través de Kinshasa. Swahili es un cierto estilo de vida africano que implica mayor porosidad social, mayor desarraigo de los sistemas parentales y clánicos, mayor movilidad hacia el individualismo y el enriquecimiento. El swahili es el rupturista, el más abierto al cambio, pese a preservar grandes aspectos del legado local. Los grupos dominantes se autodefinían árabes, shirazís en contraposición con los africanos. Pero para el observador externo (como Battuta) todos eran swahili: todos lo eran en el siglo XIV.».

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