sábado, 11 de mayo de 2013

El origen negroafricano del Antiguo Egipto

El siguiente texto es una adaptación de un extracto del proyecto que estoy realizando en colaboración con el Departamento de Antropología e Historia de América y África de la Universidad de Barcelona. Se trata de una síntesis sucinta, tal vez algo superficial, pero que creo que expone los principales puntos que se deben conocer respecto al origen negroafricano de la cultura del Antiguo Egipto. Es un tema mal conocido y que no dejará a nadie indiferente.

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El origen negroafricano del Antiguo Egipto

Volvamos ahora nuestra mirada hacia una de las civilizaciones más brillantes de la historia: el Antiguo Egipto. Si bien es cierto que se encontraba en el continente africano, ésta no era la única conexión que lo unía con el resto de África.
Los orígenes de esta formidable civilización fueron atribuidos durante años a civilizadores foráneos, venidos desde el norte o desde Mesopotamia. En nuestros manuales escolares poco se habla del giro que tuvo lugar en el ámbito académico gracias al empuje, entre otros, del pionero Cheikh Anta Diop. En resumen, son pocos quienes conocen realmente su origen y las conexiones de su cultura prístina con los pueblos del África negra.


En primer lugar pongamos el foco en la zona sahariana. En el momento en el que se desertizó y empezó a tornarse en el arenisco desierto que hoy conocemos, la población negra era mayoría y, siendo ya agricultores (recordemos que el Sáhara no siempre fue un desierto), fueron los primeros en abandonar la zona en busca de tierras más húmedas, las cuales encontraron en los alrededores de las grandes charcas y de los cursos de agua del sur, así como en el valle del Nilo.
Podemos decir que en las zonas saharianas y khartumianas (Sudán actual), es decir, en el mundo preegipcio, encontramos un seguido de elementos que conformaron un denominador cultural común: los megalitos, la circuncisión, los tatuajes, las tierras asociadas a la serpiente, el carnero, el disco solar, los cráneos deformados por vendas y la momificación mediante inhumación temporal en arena caliente.

Desde el coloquio del Cairo de 1974 se ha admitido el origen meridional del poblamiento y civilización de Egipto. Kémit —el país negro— fue  reconocido africano por su lengua, su sistema social y su arte y pensamiento. Por lo tanto, podemos decir que la cultura khartumiana ascendió hasta el Egipto prehistórico. Pueden observarse diversos elementos de procedencia meridional y, por lo tanto, venidos de la zona sahariano-sudanesa, en otras palabras, negroafricana:
-        Componentes religiosos:
1.     La práctica de la inhumación inicial de los muertos con la cabeza hacia el sur, hacia el Khent Amenti o país de los ancestros.
2.     La divinización del buey y la vaca como divinidades celestes.
3.     La imagen-concepto del disco solar como ojo de halcón y ambos como símbolo del poder.
4.     La noción de la tierra primordial, íntimamente asociada con la realeza (cósmica y humana).
5.     La divinidad real: se han hallado evidencias arqueológicas que sitúan entre 6.000 a.C y 5.700 a.C la existencia de los atributos faraónicos del poder en pleno Nilo sudanés. Asimismo, la corona del Alto Egipto, como Horus-Halcon, el templo-palacio, las barcas de Ra y la barba faraónica se hallan también en estas fechas en  la misma zona.
En conclusión: los rastros más antiguos del faraonato proceden del Sudán nilótico.

La Esfinge, correspondiente al faraón Kefrén (2.600 a.C, IV dinastía) tiene un perfil típicamente negro (pómulos salientes y fuerte prognatismo). Volney la definió como la cabeza de un auténtico negro.
Fue a partir del 5.500 a.C cuando el pueblo meridional de los anu/onu estableció sus ciudades en todo el valle del Nilo. On del norte, por ejemplo, fue la futura Heliópolis. Su caudillo fue Tera Néter y se encontraba en la ciudad de Tufium. Presumiblemente, fueron los anu la base unificadora de Egipto y Néter pudo ser el antecesor directo de la casa de Nekhen, de donde saldrían los Escorpión, Nármer-Menes, etc.

El nombre del país fue Kémit (KMT) y sus habitantes se denominaron Remtw Kémit (RMTW KMT), literalmente «los perfectos del País Negro». El nombre de Egipto es una denominación griega tardía y cuyo significado es confuso. KM (negro) era, además del color con el que se designaban a ellos mismos y a su país, el color que designaba a sus dioses principales (Osiris, Min e Isis).
Por otra parte, el estudio de los cráneos egipcios predinásticos ha mostrado la importancia del factor negroide, especialmente en el sur. Y, como hemos visto, fue precisamente del sur de Egipto de donde partió la iniciativa de la unificación política  del país y el que aportó las bases de su cultura.
Para los egipcios, el sur era la tierra donde habitaban los dioses. Los cuerpos de los faraones muertos solían ser transportados con gran frecuencia a la tierra madre, para ser enterrados en las ciudades santas de la Tebaida (Abydos, Tebas, Karnak), exactamente como los restos mortales de los reyes de Benin fueron transportados, inicialmente, a la ciudad santa de sus orígenes, Ile Ife.
Por lo tanto, vemos cierto reconocimiento de su procedencia meridional. En este sentido, Diodoro Sículo decía, respecto a los etíopes (nubios): 

«Y añaden que los egipcios los consideran sus antepasados y autores de la mayor parte de sus leyes. De ellos han aprendido a honrar a los reyes como dioses y a enterrar a sus muertos con tanta pompa. La escultura y la escritura nació entre los etíopes».

Esto, por supuesto, no significa que todos los egipcios desde los primeros tiempos hasta el fin de la edad antigua fuesen negros. A medida que se produjeron mestizajes prolongados con los pueblos del norte fue disminuyendo la proporción de rasgos negroides. 
Los egipcios nunca establecieron una división racial entre ellos y los sudaneses o kushitas, al menos desde el punto de vista léxico Los nubios eran representados con rasgos particularmente negroides ya que no estaban sometidos al mestizaje norteño, aunque también fueron representados exactamente igual que los egipcios. Nubia, por su parte, tuvo un importante papel en la defensa de la civilización egipcia. Cada vez que Egipto estuvo en peligro acudían al Alto Egipto y Nubia, donde se replegaba con el fin de rehacer sus fuerzas y como para rejuvenecerse en las fuentes de la patria. Cada vez que desde Nubia partía una contraofensiva contra el norte, su intención era restablecer las costumbres, reconstruir los templos, copiar de nuevo los textos antiguos y restaurar, en suma, la “egipticidad”.
Las raza humanas en la tumba de Ramsés III, hacia el 1.160 a.C. Esta pintura moral, hoy muy deteriorada, fue reproducida por Lepsius, quien escribió sorprendido: «Allí donde esperábamos ver un egipcio, se nos representa un negro auténtico». Los egipcios y sus vecinos del sur son representados con exactamente el mismo aspecto negroafricano.
Ki-Zerbo nos dice: «los negros debieron constituir la mayoría de la población en el antiguo valle del Nilo, al menos en los primeros tiempos protohistóricos e históricos y en las regiones meridionales. Desempeñaron además un papel decisivo en la formación de la civilización egipcia. Y gran número de importantes personalidades de la historia egipcia fueron negros».
Siguiendo con el historiador burkinabé, «si la mayoría de los agricultores que, provenientes del desierto, fueron a instalarse a orillas del Nilo, eran negros, y si el surgimiento de la civilización egipcia es de origen autóctono, y más bien sureño (es decir, de un lugar en el que había seguramente mayor número de negros), es evidente que el papel de los negros en la formación de esta civilización no necesita ser subrayado ulteriormente».

Cheikh Anta Diop y el análisis de la melanina
Cheikh Anta Diop afirmaba que la población egipcia de época predinástica era negra y que en época dinástica se produjo una infiltración de elementos nómadas blancos. El mismo doctor Diop realizó análisis microscópicos en los que halló niveles de melanina (sustancia química responsable de la pigmentación de la piel) similares a la de los negros actuales en las momias procedentes de las excavaciones de Marietta, en Egipto. Sin embargo, al pedir al museo del Cairo realizar tales análisis con muestras de las momias bien conservadas de Tutmosis III o Ramsés II, su petición fue rechazada.

Los autores griegos lo veían claro
Algunos autores griegos, pese a ser contemporáneos de un Egipto que ya había experimentado múltiples mestizajes, describían a sus habitantes como negros.
Veamos cómo describía Herodoto el origen de los colcos, un pueblo negro a orillas del mar negro:

«Manifiestamente, en efecto, los colquidianos son de raza egipcia; pero unos egipcios me dijeron que a su parecer los colquidianos descendían de los soldados de Sesostris. Yo mismo lo había pensado según dos indicios: primero, porque tienen la piel negra y los cabellos rizados (a decir verdad, eso no prueba nada, porque otros pueblos también están en ese caso), y luego y con más razón, porque sólo los colquidianos ente los hombres, así como los egipcios y los etíopes, practican la circuncisión desde su origen. Los fenicios y sirios de Palestina reconocen que han aprendido esa costumbre de los egipcios. Los sirios […] dicen haberlo aprendido de los colquidianos. Esos son los únicos hombres que practican la circuncisión y se puede comprobar que lo hacen del mismo modo que los egipcios. Yo no sabría decir cuáles de los dos, egipcios o etíopes, aprendieron esa práctica de los otros; porque eso es, evidentemente, en ellos algo muy antiguo».

Herodoto no compartía la opinión de Anaxágoras según la cual el deshielo de la nieve en las altas cimas de Etiopía era el origen de las crecidas del Nilo. Se apoyaba en el hecho de que no llueve ni nieva en Egipto «y que el calor hace allí a los hombres negros»

Aristóteles dice:

«Los que son demasiado negros son cobardes, y eso se aplica a los egipcios y a los etíopes. Pero los que son excesivamente blancos son igualmente cobardes […], por tanto la complexión que corresponde al coraje está entre los dos»

El escritor Luciano, en una de sus obras hace que en una conversación un personaje diga los siguiente: 

«Licinio (describiendo a un joven egipcio).—Ese joven no sólo es negro, sino que también es hocicón y tiene las piernas delgadas… sus cabellos recogidos detrás en una trenza muestran que no es de condición libre.

Timolao.—Esa es la señal de un nacimiento muy noble en Egipto, Licinio. Todos los niños de condición libre llevan trenzados sus cabellos hasta la edad adulta».

Estrabón dice:

«Unos egipcios se establecieron en Etiopía y Cólquida»

Amiano Marcelino, nueve siglos después de Herodoto:

«Pero los hombres de Egipto son, la mayor parte, moreno  y negros, de aspecto delgado y seco»


Comparación entre Ramses II y un joven tutsi. El casco faraónico, de similitud sorprendente con el peinado africano, supone -según Cappart- una forma estilizada de los cabellos crespos.

Un parentesco cultural innegable
Pese a todo esto, lo importante en la relación África negra-Egipto no fue tanto el color de la piel de sus gentes como el conjunto de elementos en relación al pensamiento, la cultura o la política, que dibujan a las claras el origen negroafricano de la cultura del Antiguo Egipto, Kémit.
Henry Frankfort explicó la cosmovisión egipcia como hermana de la percepción negro-africana  del mundo y rechazó toda posibilidad de influencia nórdica destacable en la construcción y desarrollo de la sociedad africana de Egipto.

La civilización negro-africana actual se encuentra más próxima a la civilización egipcia que a cualquier otra conocida. Algunas lenguas del oeste africano están emparentadas con el egipcio antiguo (Cheikh Anta Diop trabajó especialmente con el wolof). La subsistencia de parentescos culturales poderosos entre ambas zonas de dispersión de los pueblos del Sáhara es evidente: sus lejanos antepasados, que habían participado de la misma experiencia histórica que los egipcios en las verdes praderas del Sáhara neolítico, formaban parte, por entonces, de la  misma área cultural.
El parentesco es notable tanto en las culturas materiales como en las sociedades y en las concepciones generales del mundo.
Destaquemos algunos rasgos comunes: el papel de la serpiente en la cosmología egipcia y en el África negra actual (dogon, Benín…), la existencia de barcas de los muertos, como en el valle del Nilo, la circuncisión, los cabellos trenzados al modo de una estera, el uso de cetros, etc. La enumeración de todas las analogías no tendría fin. 

El gran número y la diversidad de las concordancias es lo que impone la idea de que, entre Egipto y África negra, ha habido algo más que vagos intercambios: ha existido el sustrato de un parentesco originario.
Si la observamos desde el África negra, la civilización del Antiguo Egipto, tan extraña para la mentalidad occidental y actual, parece casi familiar. Como dijo Ki-Zerbo: «Lleva el sello difuminado, pero sorprendente, de una lejana hermandad, en el alba de los tiempos humanos». 

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Si habéis llegado hasta aquí, supongo que, como mínimo, este post habrá desperado dudas y preguntas respecto a lo que sabíais sobre el Antiguo Egipto. 
A menudo se dice que los pilares del mundo occidental se encuentran en la Grecia clásica. Ese mundo que bebió a su vez de la civilización egipcia. Esa civilización que nació de fuentes negroafricanas. Uno no puede evitar esbozar una amplia sonrisa al pensar en esta curiosa relación.


Si os interesa el tema estos son los libros que tenemos en castellano:

Ferran Iniesta ha dedicado dos libros a hablar sobre el tema. Además, ha hablado sobre ello en diversos de sus libros:
- Antiguo Egipto. La nación negra, Barcelona: Sendai, 1989
- Thot, pensamiento y poder en el Egipto faraónico, Madrid: Catarata, 2012
- El pensamiento africano: regreso al Planeta Negro, Madrid: Catarata/ Casa África, 2010
- Kuma: historia del África negra, Barcelona: Bellaterra, 2007
- Emitai: estudios de historia africana, Barcelona: Bellaterra, 2000

Recientemente se ha publicado en castellano la obra con la que Cheikh Anta Diop inició su reivindicación sobre el origen egipcio. Además, en el volumen II de la Historia General de África de la UNESCO hay un capítulo redactado por el mismo Diop:
- Naciones negras y cultura, Barcelona: Bellaterra, 2012
- El origen del Antiguo Egipto en el II Vol. de la Historia General de la UNESCO (Tecnos/UNESCO, 1992).

El egiptólogo Josep Cervelló Autori publicó un libro sobre la relación cultural Egipto-África negra:
- Egipto y África, Barcelona: Ausa, 1996

La obra Reyes y Dioses (Alianza Editorial, 2000) de Henri Frankfort también puede resultar interesante.

Por último, recomendamos, si es que es posible acceder a ellos, los trabajos de egiptólogos africanos como Theophile Obenga o, más recientemente, Pierre Oum Ndigi, quién hace unos meses estuvo en Barcelona impartiendo una conferencia y una clase magistral en el Máster CUDA (Máster universitario en Ciencies Sociales del Desarrollo: Cultura y Desarrollo en África).

15 comentarios:

  1. Amiano Marcelino, siglo IV, cuando la población del norte de Egipto ya era bastante mestiza, nos dice.
    Historia. Libro 22
    22.16.23 La mayor parte de los egipcios son morenos y de piel bastante negra, de aspecto algo triste, delgados, secos, ardientes en cada uno de sus movimientos, controvertidos y muy insistentes a la hora de las reclamaciones.

    Editorial AKAL/CLÁSICA. Edición (traducción) de Mª Luisa Harto Trujillo. Profesora titular de Filología latina de la Universidad de Extremadura.
    Puedes encontrar este libro en http://books.google.es/books?id=z4ftTVGa4MoC&vq=Egipto&hl=es&source=gbs_navlinks_s
    Y la frase exacta en ese mismo libro en http://books.google.es/books?id=z4ftTVGa4MoC&lpg=PA493&vq=Egipto&hl=es&pg=PA505#v=onepage&q&f=true

    Seguiré comentando, ahora no tengo tiempo.

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  2. Gracias por tu comentario, Ernesto. La verdad es que hay bastantes ejemplos de este tipo, testimonios históricos inapelables. Un saludo.

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  3. Gracias por tu comentario, Ernesto. La verdad es que hay bastantes ejemplos de este tipo, testimonios históricos inapelables. Un saludo.

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  4. Aprovecho para invitarte a pasar por la nueva dirección del blog: http://huellasdekuma.wordpress.com/2013/05/11/el-origen-negroafricano-del-antiguo-egipto/

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  5. Este texto tiene algunas inconsistencias en su intento de reivindicar la historia “negra”

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  6. 1. El idioma de los antiguos egipcios pertenecía a la familia lingüística afro-asiática el wolof pertenece a la familia Nigeria-congolesa(que casualidad que el senegalés Diop vinculara la lengua egipcia con uno de los idiomas más utilizados en su país natal)
    2. Para los egipcios el más allá estaba en la tierra del oeste en dónde se pone el sol la vinculación geográfica se da con Libia y con el Sahara no con el África subsahriana
    3. Los análisis de muchas momias han determinado su cabello como Rubio y pelirrojo

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  7. 1.El idioma wolof pertenece a la familia lingüística Nigeria-congolesa el egipcio pertenece a la familia afro-asiática(Diop es senegalés y el wolof es hablado en ese país un caso de chovinismo)

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  8. 4. La vinculación de la mitología egipcia con la africana puede resultar falaciosa ya que la adoración hacia el sol y el respeto por la figura de la serpiente es algo bastante común en muchas mitologías como es el caso de los indoeuropeos que no tenían nada de “negro”

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  9. 5. Este texto tiene razón en vincular la procedencia de los egipcios con los pueblos del Sahara un proceso que se dio por el cambio climático del holoceno pero la mayoría de los pueblos del Sahara no tenían vinculación genética con el África subsahriana como es el caso de los beréber más próximos a los europeos que a los africanos

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  10. 6. En el arte egipcio se marca una clara diferencia entre como se veían los egipcios y como se veían a los pueblos extranjeros algo típico del arte egipcio es el tono de piel rojiza para los hombres y un tono de piel más claro para las mujeres este convencionalismo artístico duro siglos desde las dinastías más antiguas y revela que los hombres egipcios tenían un tono de piel tostado por las actividades al aire libre en contraste con las mujeres

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  11. 7. El nombre de Egipto como Kemir “la tierra negra” hace referencia al color del suelo no al color de sus habitantes y es sabido por los egiptologos que la tierra de Egipto era negra por el limo depositado en las inundaciones periódicas del Nilo

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  12. 8. La supuesta hermandad “afro-negra” de los egipcios y los africanos resulta utópica cuando se leen los textos egipcios y se contempla su arte en el que los rasgos de los nubios negros están bien diferenciados de los egipcios de cabello lacio y piel rojiza, en dichas representaciones los negros nubios aparecen siendo masacrados o mostrando actitudes serviles hacia los egipcios

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  13. La noción racista desde el S.XIX de la supremacía intelectual y cultural blanca insiste en considerar que toda civilización prominente en la historia tuvo forzosamente un germen racial blanco, fundamentalmente nórdico. Hitler y su supuesta raza Aria intentaba justificar el desarrollo de la cultura védica Hindú en el supuesto tipo ario-nórdico; no faltó quien quisiera vincular a Quetzalcóatl, el hombre-dios de Mesoamérica indígena que enseñó las artes y las ciencias, con algún sabio vikingo extraviado por tierras americanas. Egipto no es la excepción; algunas muestras de un mestizaje son suficientes para que algunos determinen que fueron los blancos libios (ancestros de algunos bereberes actuales) las clases aristocráticas de los Egipcios, es decir, los sabios que conformaron y dirigieron la grandeza de dicho imperio. (Por supuesto para algunos, como leí en la página de Europa Soberana, dichos libios descendían de la raza nórdica). Curiosamente, los "craneólogos" identificaron que la forma dolicocéfala -alargada- corresponde principalmente a la raza negra; dichos "cranéologos" utilizaron dicha clasificación para establecer la inferioridad en la inteligencia de la raza negra. Sin embargo, es la forma que prima en las momias y esqueletos egipcios, a lo que los supremacistas blancos se apuran a decir que son dolicocéfalos ¡de tipo nórdico!; si tienen los labios gruesos y pómulos abultados, dirán que son "nórdicos algo mestizados", si se encuentra pelo rubio o rojo, entonces no está teñido (sin lugar a dudas podrá haber algún mestizaje libio, pero no es regla). Cuando los cientos de esquemas gráficos definen las diferencias étnicas en los colores de piel, los supremacistas blancos dicen que el moreno egipcio no es negro sino un "blanco -antiguo libio- tostado por el sol". La pregunta básica: si los libios fueron vecinos de los egipcios, ¿por qué ellos no se tostaron por el sol?, ¿usarían algún tipo de bloqueador?, ¿los rayos ultravioletas no los pigmentaban?, aunque cubrieran más su cuerpo ¿la cara no se les tostaba? Cualquier moreno -mulato de blanco y negra- con pelo rizado, actualmente en los E.U. es clasificado como de raza negra; pero si dicho mestizaje se produjo en el gran imperio egipcio, hay que decir que es un "blanco tostado por el sol". Y la última duda; si son los libios -blancos nórdicos que migraron hacia el norte de África- los forjadores de la gran cultura egipcia, ¿por qué la propia Libia antigua, con la supuesta pureza racial nórdica de sus habitantes, suprema en inteligencia y cultura, no figura en la historia como un gran imperio? Un aporte cultural significativo requiere de un antecedente similar, ¿qué aportaron los libios, con su "pureza racial" a la cultura humana, como sí lo hicieron bastamente sus "supuestos descendientes egipcios"? Y los nórdicos europeos hace tres mil años, ¿qué nivel tenían cuando Egipto ya era un gran imperio, cultural, económico, sapiencial, militar, etc.? Si la raza es el punto de partida, ¿por qué no destacaron por sí mismos? ¿O será que solo los supuestos bloques migratorios -argumentados por racistas blancos-: arios en la India, libios en Egipto, vikingos en Mesoamérica, se pudieron destacar culturalmente? No soy experto, pero estas posiciones me parecen absurdas y racistas.

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    1. Lo absurdo es tu post alineado conlo politicamente correcto, y no con la reaidad. Lo cierto es que Adolf Hitler y elNS, evolucionaron, desde un nordicismo extremo, a un paneuropeismo, reconociendo a los pueblos mediterraneos del sur, blancos, toda su potencia creadora. No hay dudas de que as grandes civilizaciones europeas, minoicos, micenicos, etruscos, griegos, romanos, etc, tuvieron como base, a gente mediterranea: piel clara, ojos y cabellos oscuros, rasgos delicados. Las preubas, pictoricas, funerarias, escultoricas, ceramicas, etc, son abrumadoras. Los egipcios, segun estudios de ADN, recientes, estan emparentados con pueblos europeos, y del Oriente proximo. No hay mucha mas discusion al respecto. Ahora, que exista gente, llena de complejos y que quiera negar la realidad, ese, ya es otro asunto.

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  14. Los antiguos egipcios eran el sueño de cualquier arqueólogo. Dejaron detrás intrincados ataúdes, pirámides enormes y magníficos jeroglíficos, aquella escritura pictórica decodificada en 1799. Los egipcios narraron cuentos de reyes y de dioses. También anotaron anécdotas de la vida cotidiana, algunas tan monótonas como recetas de cerveza y notas de médico.

    Pero hay una ausencia persistente en la identidad egipcia antigua: sus cromosomas. El permafrost frío (parte profunda del suelo de las regiones frías permanentemente helada) y seco puede conservar el ADN prehistórico como si fuera un congelador natural, pero Egipto es un incinerador de genes. La región es caliente y la humedad arruinó el ADN de las momias. El carbonato de sodio y otros productos químicos utilizados por los embalsamadores egipcios también dañaron el material genético.

    Un estudio dirigido por investigadores del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana y la Universidad de Tubinga en Alemania ha logrado llenar algunos de esos vacíos genéticos. Los investigadores extrajeron material genético de 151 momias egipcias, fechadas con radiocarbono entre el Nuevo Reino de Egipto (el más antiguo data de 1388 a. C.) y el período romano (el más reciente en el 426 de nuestra era).Ataúd en la localidad de Dra Abu El-Naga, Egipto
    Johannes Krause, un paleogenetista de la Universidad de Tubingen y uno de los autores del estudio, publicado en la revista Nature Communications, dijo que a partir del hallazgo principal se puede ver la continuidad genética completa.

    A pesar de las repetidas conquistas de Egipto, por Alejandro Magno, los griegos, los romanos, los árabes y los asirios —y la lista continúa—, los antiguos egipcios mostraron pocas modificaciones genéticas. "La otra gran sorpresa", dijo Krause, "es que no encontramos mucha ascendencia del África subsahariana".Según el análisis, los antiguos egipcios estaban estrechamente relacionados con los pobladores del Mediterráneo oriental. También compartían material genético con los residentes de la península turca y Europa.
    LOS EGIPCIOS ANTIGUOS TIENEN PARENTESCO GENETICO CON LOS EUROPEOS Y ETNIAS DEL ORIENTE PROXIMO. Los nuevos, son mas cercanos al Africa.

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